Wednesday, December 26, 2012

Bailando...

Es la una de la madrugada y me es imposible dormir con tanto ruido. Hay una fiesta cerca y no puedo entender la necesidad de un volumen tan exagerado. Especialmente cuando hace que mis pies se muevan por su cuenta. ¡Adoro bailar! Y esta época me hace recordar que hace ya mucho tiempo que no lo hago.

¿Por qué no voy de fiesta? Tengo miedo que se repitan las escenas de mi adolescencia y de mi adultez temprana. Yo era considerada la 'chaperona', la que asistía a las fiestas para acompañar a las otras chicas para que les robaran su virtud. El rincón más oscuro del lugar se convertía en mi rincón y mi refugio. Mis pies me picaban por ir a bailar pero... ¿sola? ¡Ni pensarlo! Me convertiría en la burla de los demás y eso no podría soportarlo.

Una de las consecuencias de mi abuso siempre ha sido no poder lidiar con la burla y el rechazo que provoca mi apariencia personal. Por eso trato de pasar siempre desapercibida, ser invisible para los demás.

Así que me quedaba calladita y trataba de sobrellevar el infierno de sentirme menospreciada y de pasar un mal rato.

Y luego volvía a casa con mis pies sedientos de bailar... 

No comments: